Desmayo.
Una
vez más, Francisco Beruete recogió de las tradiciones populares el
desmayo que los jóvenes escenificaban por las calles de Estella como
modo de diversión. Su imaginación le llevó a utilizar ese desmayo como
punto culminante en la historia amorosa entre los dantzaris. El resto,
como habitualmente lo hacía, lo recogería del repertorio compuesto por
Julián Romano, gaitero de la ciudad.
El Desmayo nos permite contemplar, a través de la música que ofrece la gaita y el movimiento completamente coordinado de los dantzaris, todo el proceso de una conquista amorosa entre un hombre y una mujer. .
Francisco
Beruete dividió y denominó tres partes con los nombres de Requiebro,
Desmayo y Alegría. La titulación de cada una de estas partes está
perfectamente adaptada al argumento que refleja.
Hoy
en día, es una de las danzas que mejor representa las coreografías
estellesas, y que crea mayor curiosidad entre los espectadores, ya que
como hemos mencionado, recrea y hace visible una completa historia de
conquista que termina en un final feliz para las parejas.
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